martes, 27 de mayo de 2008

La Misión de Sara (El Gran Viaje)...

Como sabemos esa área mide más de un millón de kilómetros cuadrados y debido al fuerte campo magnético en esa zona es imposible saber con exactitud el paradero de nuestros compañeros. Nos íbamos a embarcar en un submarino para ubicar una posible base bajo el mar y mandamos a otro escuadrón a investigar en las posibles islas alrededor del triángulo. Al cabo de una hora nuestro escuadrón llamado Orión (nombre por el gran cazador de los cielos ya que al fin y al cabo lo nuestro parecía una cacería) subió a bordo del gran submarino "Santiago de Nueva Extremadura" y zarpamos del puerto de Iquique, porque era el único que quedaba aún en pie. Recuerdo esos tiempos en que Chile era toda una larga y angosta faja de tierra, pero tras esa explosión nuclear en la capital seis años atrás, la radioactividad se esparció hacia mi pueblo natal de Valparaíso lo que nos obligó a mí, a mis amigos y a mi familia a huir hacia el norte y aquel país conocido por su forma similar a una espada quedó dividida en dos y por consecuencia nos vimos en necesidad de habitar esta ciudad. El trayecto no será fácil nos decía el capitán de la embarcación, tendremos que cruzar por el Estrecho de Magallanes ya que el de Panamá esta bloqueado por el gran tráfico de armas que se han producidos, por ende, estaremos cerca de las islas de Caribe cerca de seis días. ¡Seis Días!, Exclamé yo, ya ha pasado más de un mes desde que secuestraron a nuestros colegas - protesté. No puedo ir más rápido había dicho el capitán y sin más reclamar partimos hacia el Océano Atlántico. Más que la misión en sí, yo estaba preocupada por Alejandro, no quería saber cómo sería mi vida sin la única persona en la cual confiaba y conocía desde mi infancia. Pasaron los primeros cuatro días sin mayor novedad y yo me limitaba a pensar en mi amigo y de qué manera estaría sufriendo. Al la mañana siguiente ya estábamos dentro del área del triángulo pero al rato ocurrió algo que nos saco de nuestra aburrida rutina; muchos objetos en gran movimiento se registraban en el radar, era cómo si fuese un cardumen de sardinas a gran velocidad. Pero nosotros sabíamos que no era así, había algo raro que estaba sucediendo y yo misma lo averiguaré...

Continuará...

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