Mi nombre es Jessica Alejandra González Torres, pero para la historia que les contaré mi nombre de pila será simplemente Sara. Soy una agente secreto que trabaja para la organización más grande y encubierta que haya existido en Sudamérica, Orgam, como sabrán al trabajar en este grupo me convierte en una Agese al igual que mi colega Alejandro, cuyo verdadero nombre es Roberto Fernando Rojas Silva, quién en esta misión tendré que rescatar. Ustedes se preguntarán ¿Por qué les cuento tan grande secreto? La respuesta es simple, él no sólo es mi socio, también es mi mejor y único amigo pero durante esta empresa que llevé a cabo él murió y Alejandro hubiera querido que el mundo supiese qué ocurrió en realidad.
Ahora les relataré cómo fue que pasó esto:
Era un día del 6 de Octubre del año 2016 y yo me había iniciado hace tan sólo dos días en la organización y ahora tenía que elegir un puesto y una profesión dentro de esta, el hecho de ser mujer me dio tantos beneficios como desventajas; entre los primeros podía ser asesina, espía, y hasta trabajar en el departamento de balística, y este último me gustó. En este lugar podía fabricar y probar las distintas armas y tácticas de tiro. Al cumplir la mayoría de edad me inscribí en el servicio militar donde encontré mi amor y afición por estos artefactos, aprendí todo sobre ellos, desde dispararlos hasta truquearlos para una mayor manejabilidad, y esto lo vengo a aplicar ahora, en mi nuevo trabajo. Luego de un mes donde les enseñe a mis colegas, entre estos mi querido amigo Alejandro, cómo mejorar las armas. Al año de servicio llegué a crear mis propios proyectos, entre estos, un rifle con una mayor estabilidad de tiro, mi más grande invento, con el cual se podía disparar sin que el fúsil tronará demasiado fuerte ni que la mira se corriera. Y así mi trabajo se iba completando y progresando cada vez más hasta que me asignaron una misión, resulta que mi colega Alejandro con unos cuantos compañeros más debían ir a vender unas armas a otra organización en uno de los barrios más turbios. Mi amigo era el encargado de negociar con los tipos pero todo salió al revés, esos hombres no eran nada tontos, y quisieron llevarse todo el botín con la excusa de que necesitaban con urgencias la mercancía, nuestros Ageses trataron de detenerlos y estos defendiéndose dispararon contra ellos, durante la balacera uno de nuestros hombres murió entonces el resto decidió escapar, para su mala suerte estos sujetos los atraparon y secuestraron lo que detonó nuestra sospechas, este grupo no era una organización como la nuestra, era una mafia constituida por todos los extranjeros que venían a traficar a nuestro país, querían acabar con todo el gobierno actual de la Concentración y aunque nosotros no estábamos en contra de eso; ya que a pesar de todos los problemas, asuntos de corrupción y malos trámites que hubieron durante estos 26 años seguidos de mandato de la Siniestra, la gente los sigue eligiendo con la excusa de que: son los que mejor representan al pueblo. Aún así debíamos rescatar a nuestros compañeros, quien sabe para que los usarán, seguramente los torturarán hasta que digan el verdadero propósito de Orgam. El punto es que me asignaron a mí y al personal que trabaja conmigo para rescatarlos, con el pretexto de que tras nuestro arduo labor y especialidad con las armas, éramos los más indicados, aun así debíamos de tener entrenamiento con el departamento de espionaje y eso no iba a ser en un corto plazo así que nos íbamos a especializar durante horas extras. A las dos semanas de adiestramiento nuestro equipo estaba listo y estaba compuesto por los mejores hombres y mujeres: el artillero Alonso, la francotiradora Sofía, la zapador Marcela, el médico Rodrigo y la fusilera Sara. Como somos una organización con tecnología avanzada obviamente sabemos rastrear a nuestros agentes los cuales tienen un transmisor en la piel, al tratar de localizarlos nos sorprendimos cuando supimos que se encontraban a miles de kilómetros de nosotros, se encontraban en el famoso y místico Triángulo de las Bermudas...
Continuará...
Atte.-
S.H.G.
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