Transcurrieron dos días sin mucha novedad y dejándose aquella curiosa experiencia para ellos no le contaron nada a Andrés. Estaban haciendo los trámites para el viaje a Llanquihue cuando Valentina le preguntó a Esteban de modo que nadie los escuchara:
-¿Crees que a Alnitak le toque guiar al nuevo?
-¿A Andrés?
-Sí, nos queda una semana para irnos de este contacto urbano.
-No sé, quizás al tercer día como siempre.
La conversación se vio interrumpida por que venían Álvaro con Andrés con unos pasajes en Star-Bus con dirección al sur. Tomaron un colectivo y se fueron a encontrar con Claudia, Alejandro y Marcela ya que Leonardo se había ido de viaje al Tabo. Apenas llegaron se los encontraron en la habitación de Marcela con una mezcla de desorden de ropa, cosméticos, herramientas, mochilas entre otras cosa. Cuando Claudia se dio cuenta de su llegada quiso saber cómo les había ido:
-No nos fue tan mal –respondió Esteban, y explicó– nos faltó dinero tuvimos que reponer con lo que llevábamos en los bolsillos y no se le puede poner dinero de la tarjeta de la micro.
-En fin, se los vamos a tener que reponer –acotó Alejandro.
-Jano –le susurró Valentina haciéndole una señal para ir a otra habitación de la casa– tengo que hablar contigo.
-Dime.
-¿Crees que a Alnitak le toque guiar al nuevo?
-Eso espero ya sabes al tercer día, pero de todos modos pregúntale a él, pronto se debería hacer cargo de eso...
En ese instante la conversación se interrumpió por la entrada de Marcela y Esteban que también querían hablar con Jano.
-Oye...
-... ¿Es cierto lo que dicen?...
-...lo de Alnitak...
-... y tu hermano...
-¡No sé! ¡No sé! –se alteró– ¡no me pregunten a mí! !Pregúntenle a Álvaro!
Al otro lado de la habitación la cara de Álvaro quien en ese momento era Alnitak se palideció de pronto y se mostró preocupada mientras Andrés le preguntaba si había pasado algo malo.
1 comentario:
ah?
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