Aquí estoy...aquí llegué....

Sólo faltan unas horas para que termine el presente año y voy a dedicar un tiempo para analizar lo que fuede este:

Ocurrieron muchas cosas, no las recuerdo en su totalidad pero sé que supe sacar provecho de ello. Tal vez durante el primer semestre simplemente viví, sin darle muchas preocupaciones a las cosas, tuve nuevas experiencias que tuvieron un sabor dulce y otras amargas. Conocí la diferencia entre ser un muchacho de quince y ser un joven de dieciseis. Despuiés de la mitad de año tuve que deternerme a hacer un pequeño análisis y dedicarme a corregir mis errores. Durante esta travesía me delegaron tareas que influyeron de gran manera en mi actitud y carácter. Y por un momento traté de no tropezar con la misma piedra dos veces, pero si no es por los amigos no me hubiera dado cuenta que no todas las piedras son iguales y hay unas realmente especiales, hay gente que te sabe mirar a los ojos y ver detrás de aquella máscara que uno sueles llevar, gente que sabe reconocer las cosas que haces y le da valor a lo que eres por dentro y no por fuera, gente que dejó a un lado los prejuicios. Me di cuenta que la vida da segundas oportunidades y que deben aprovecharse. Este año me fijé que de verdad tengo personas queridas y que me quieren, tengo amigos. Amigos que son más que amigos, hermanos. Y hay una persona especial que me hace sentir único, sacar al guerrero que llevo dentro y que me ayuda a levantarme: Mi querida Constanza.

¿Para el futuro? no tengo visiones al futuro, pero debo tenerlas. Se viene cuarto y mi tiempo se reduce por el estudio, debo ser consecuente, seguir la misma línea y demostrarle a los que hablan mal que están equivocados. Debo elegir pronto mi carrera y decidirme por una que me guste a mi y que me la puedan financiar mis padres junto con el preu. Sé que debo dar más de mí y espero no perder las joyas que tengo en mi poder, especialmente las que me dan el poder de ser yo.