domingo, 10 de abril de 2011

09. Así comienza la Historia.

      Así comienza la historia. La historia de Tep dónde yo, la Gran Hada Azul, desde ahora conocida como Calfú, llevaré las notas y la bitácora a modo de crónicas. Este diario será bautizado bajo el nombre de las Crónicas de Tep y contendrá todas sus rutas, diálogos e incluso sus sentimientos que podré empastar gracias a mi magia.
Comenzaré por describir nuestro mundo. El Mundo de los Sueños que a pesar de estar roto y fusionándose constantemente con el Mundo mantiene la mayoría de sus reglas.
Regla número Uno: El poder de la magia se ve incrementada en una proporción que aun no ha sido posible medir por los expertos.
Regla número Dos: La magia usada en el Mundo de los Sueños no puede traspasar ni llegar ni afectar al Mundo.
Regla número Tres: Si mueres en el Mundo de los Sueños no despertarás jamás en el Mundo y desaparecerás del Mundo de los Sueños.
Regla número Cuatro: Si mueres en el Mundo mientras estás en el Mundo de los Sueños te quedarás atrapado en este.
Estas son las cuatro reglas más importantes y las más irrompibles pues son los cuatro pilares fundamentales para que el Mundo de los Sueños se mantenga en pie. Durante nuestro viaje iré agregando las reglas que sigan legislando para poder diagnosticar el daño producido por la ruptura.

      En estos momentos acabamos de salir de mi pueblo, el pueblo de Otortoc, y nos dirigimos hacia el límite Este de la región de Acambuyú. Cabe destacar que para evitar confusión nos encontramos en la región de Acambuyú, en el país Acambuyú, dentro de la ciudad de Acambuyú que está compuesta a su vez por múltiples pueblos independientes que viven protegidos por inmensas montañas de hielo lo que convierte a este lugar en un país-ciudad-fortaleza. En el límite Este se encuentra el pueblo de Wolow el cual está habitado por aves que se encargan de mapear el inmenso Mundo de los Sueños que cada día en más grande y más mágico debido a la cantidad inmensa cantidad de entes que sueñan e imaginan cada día.

      La gran diversidad de aves en el pueblo permite un trabajo completo y como generalmente se encuentran en terreno el pueblo es bastante pequeño y cómodo. Mientras describo esto se lo informo a Tep y es más, le hablo de los detalles de nuestra travesía hacia Wolow.

-Cruzaremos un bosque, Tep. Hay que tener cuidado cuando viajemos de noche, desde que se dañó el Mundo de los Sueños las criaturas andan inquietas.
-Pero no se supone que este lugar se caracterizaba por ser un mundo pacífico.
-Sí, pero te hablo de las criaturas que son exclusivamente de este lugar, es decir, de aquellos que han muerto en el Mundo.
-Ahora que lo pienso, Calfú, si Hipnos y Tánatos eran hermanos y debido a la inestabilidad del este mundo es posible que alguien que debiera morir no muera y aparezca aquí o en el Mundo.
-Es probable, por eso debemos primero que todo hacer un diagnóstico del daño para asegurarnos que no fue más grande del que habíamos planeado. Ergo, debemos visitar a las aves en Wolow.
-No me gusta la idea de viajar de noche, puesto que no he descansado en mucho tiempo y si este viaje es largo necesitamos hacer una parada extensa.
-Veo que te estás volviendo humano, Tep.
-Lo mismo decía mi Madre.
-No la llames así, llámala por su nombre. Ese es el primer paso para deshacernos de ella.
-Esa mujer se pega como una droga.
-Es un virus. Un virus que ataca y contamina a todo ser viviente.
-Sabes bastante sobre ella.
-No tanto como el Hada de los Dientes.
-¿Por qué ella no está con nosotros entonces?
-Alguien tiene que regir en Otortoc ¿no? Además mi magia es mejor que la de ella, de hecho nunca le interesó manejarla.
-Antes de entrar en el bosque ¿Quieres descansar un rato?
-No debiéramos descansar nunca, Tep. Es una guerra enorme la que hemos empezado, debes preparar una estrategia y entrenar tus poderes.
-Yo nunca quise ser parte de esta guerra, me topé con la Pachamama por casualidad y ella me perdonó la vida después de haberle robado. No debería pelar contra ella, debería luchar con ella.
-No seas imbécil, Tep. Ella te manipuló para llevar a cabo su plan. Ella reconoció tu potencial desde el primer momento, por eso te dejó vivir. Sin embargo su plan no es bueno para el Mundo, de hecho no es bueno para el Universo de modo que hay que detenerla y tú, Tep, eres el elegido para detenerla. Todo es cosa del destino.
-Odio el destino, extraño los tiempos donde solo estaba yo y nadie más que yo. Donde me encargaba de robar y sobrevivir al día a día y a nadie parecía importarle lo que hiciera un tipo con su vida. Y resulta que ahora el destino del Universo pesa sobre mis hombros.
-Ya te dije, Tep. No son tus hombros, son nuestros hombros.
-Vale, pero tengo una pregunta más.
-Láncela, compañero.
-¿Quién escribió esa nota que estaba en el morral?
-Fue tu padre, Tep.

      Luego de esto Tep rompió a llorar y lo dejé descansar lo que quedaba el día. No quise volver a tocarle el tema de su padre, después de todo los humanos son frágiles. Además tengo el presentimiento de que estás crónicas serán bastante largas.

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