martes, 13 de enero de 2009

Orión - X

Me dejó metido el asunto de la casona y de la gente de allí, si efectivamente había subido la marea del lago y si efectivamente había una forma de llegar ahí ese tendría que ser nuestro próximo destino. Leonardo había desaparecido dos noches atrás y tanto ayer como hoy hay luna llena y si no llega a aparecer dentro de los próximos dos días creo que estaremos obligados a visitar esa porción de tierra flotante. Mi antiguo amigo Félix y sus compañeros se mostraron muy hospitalarios en dejarnos acampar con ellos esta noche, quizás también nos ayuden a buscar a mi amigo, aunque lo dudo ya que ellos simplemente van de paseo. Creo que es hora de que me disculpe con mi hermano y me demuestre más fraterno, mas debo ser consecuente y no dejarme a pasar por Álvaro que al parecer quiere ser un líder o algo así y eso no me gusta, yo aquí en los bosques me jacto de ser libre y de hacer lo que más convenga. Tal vez crea en utopías y sea muy soñador, pero la única forma de que me sienta verdaderamente libre y feliz es cuando sea un mártir y muera luchando por la causa que crea más justa, quizás por eso mis colegas me creen loco o cosas por el estilo. Andrés en cambio es (por así decirlo) más objetivo y trata de enfrentar la realidad en todas sus caras mientras que yo solo la veo de frente...
-¿Qué escribes? –me preguntó Esteban al momento en que cerraba el cuaderno.
-Poesía –mentí.
-¿Sin versos?
-Es antipoesía –dije mientras Valentina se acercaba corriendo.
-Me encanta la poseía y la antipoesía y esas cosas –dijo apenas llegó y murmuré una maldición.
-Es personal –persistí y la muchacha se fue enojada.
-Bueno, como sea. Te quería preguntar si tienes alguna idea sobre que haremos mañana para buscar a Leo
-Se me ocurre que rodeemos el lago.
-Pero es gigante, si de hecho puede mantener esa islota en su centro con una casa gigante y un gran terreno.
-Será como mochilear.
-Tendríamos que salir del fundo, ese lago debe abarcar al menos un par de pueblos.
-Entonces abarquemos el lugar y busquemos la manera de llegar a la casa –dijo Andrés que apareció de repente.
-Lo veremos entre todos –dije a modo de finalizar la conversación y me levanté llevándome mi cuaderno dejando el escrito a medias ya que había perdido el hilo.

El resto de la tarde pasó sin mayor novedad. Sin embargo esa misma noche vimos que de la casa salía una hilera de luces y luego se movía en línea recta hasta llegar al punto más alto de la isla.
-Esas son las antorchas –me dijo Hernán.
-¿Y cómo sabes que son antorchas?
-Espera y mira –dijo y efectivamente esas pelotitas de luz que formaban la hilera hicieron un circulo y luego prendieron una hoguera gigante.
-La gente que habita esa cada debe estar loca.
-Seguramente ¿Por qué no van a ver? Cualquier cosa me llamas, te doy mi número de celular.
-¿Esa hoguera se había encendido antes? –preguntó Claudia a uno de los jóvenes del grupo.
-Ahora que lo dices, la verdad no. Anoche simplemente prendieron otras antorchas a partir de las que llevan esas personas, ¿ves? Eso mismo están haciendo ahora.
-Amigos –dijo Álvaro- creo que debemos ir a investigar aquel suceso...
-Creo que deberíamos buscar a Leonardo primero –dije interrumpiéndolo- quizás deberíamos dejar tranquila a esa gente con sus manías.
-¿Y si están haciendo rituales satánicos? –dijo impotentemente- tal vez tengan a nuestro amigo secuestrado.
-Estás loco, hay a lo menos una hectárea para buscarlo, a lo mejor Leonardo no te importa, pero él es uno de mis pocos amigos que ha estado conmigo siempre y tú eres como un justiciero inocente que cree que todo mal se arregla si lo acusas con los mayores.
-¡Eres un desgraciado! –y no alcancé a esquivar el puñetazo, me lanzó al suelo y luego se arrojó contra mí, le si una patada en el estómago y si no es por todos los presentes habría terminado con mi cara hecha pedazos y yo lo habría dejado sin descendencia.
-¡Me harté de tu liderazgo arribista, me voy de aquí y buscaré a mi amigo yo solo, al parecer ya no me queda ninguno más que el desaparecido!
-¡Eres un maldito cabrón! –escuché que me decía y luego escuché a las personas a su alrededor sujetándolo.

1 comentario:

Lupus dijo...

jajajaja
es gracioso y no me había dado cuenta: ahora, al igual que el weon que escrbe estas lineas, utlizas a gente real en tu historia ¡y ni siquiera te esfuerzas por disimularlo!