lunes, 6 de diciembre de 2010
02. ¿De qué Mundo hablamos?
¿De qué mundo hablamos? De uno donde la guerra no termina hasta que empieza. Nuestros cuerpos se desdoblan y luchan nuestras almas hasta que nuestra cajonera arde en llamas. Cada segundo que pasaba era como una hora. La noción de tiempo se perdió y eso lo aprovecharon nuestro Guerreros Temporales para matar a gran parte del ejército Tehuelche durante su infancia. Sin embargo su magia era tan poderosa que sus almas seguían luchando dejando su cadáver como un cascarón. Nos atormentaban en sueños y mataban mientras se dormía. Muchos civiles murieron de esa forma, pero no importó. La Pachamama seguía danzando con el objetivo de seducir al Sol para cuando este se descuidara asestarle el golpe final y traer a la Luna que sería nuestra aliada y así sobrevivir en el desierto bajo su reinado. El gobierno del día se prolongó durante doce horas, doce interminables horas en las cuales pude ver todo el ciclo vital de los mortales. De las plantas y animales que vagan por el desierto y son víctimas del fuego cruzado. Cactus verdosos que van creciendo hasta colocarse marchitos. Zorros ocultándose del calor abrasador mientras mueren de hambre. Lagartos corriendo a través de la caliente arena buscando comida. Aves carroñeras esperando que alguien muera para subsistir. Bacterias extremófilas dividiéndose con el calor. Todos estos seres vivos realizando su ciclo vital en doce horas como víctimas de un campo espacio-temporal con diez minutos a la redonda. A lo lejos no se distingue nada, ni el mejor ojo de un águila puede distinguir donde termina el desierto y comienza el cielo. Todo se perdía en el horizonte, en un océano de espejismos. Mientras la Pachamama bailaba al son de las armas me dijo que fuera al templo de Tloxoc y le rezara a una estatua de Selenio, el Dios de la Luna y que acarreara la mayor cantidad de gente posible. Debido al campo espacio-temporal no me podía transportar inmediatamente al templo, pero un Guerrero Jaguar me transportó en su lomo a una velocidad impresionante y me llevó a la cima de una casa que violaba el cielo. Desde ahí podía contemplar toda la ciudad, con sus muros, puertas, torres, viviendas y a la gente. Gente que subsistía socialmente gracias a Gremios. Donde había Gremios para Madres, Ladrones, Niños, Mendigos, Comerciantes, Psíquicos y Chismorreos entre otras cosas. Los Gremios eran la espina dorsal de la fortaleza y la Pachamama era su cerebro. El corazón no existía ya que eso colocaba al organismo en un problema de modo que la gente dejó de creer en él y como en otrora a los varones se les circuncidaba, ahora a los recién nacidos se les descorazonaba. De un salto llegué a la plaza central donde se instauraban Comerciantes con sus telas en el piso vendiendo y comprando para mantener un equilibrio económico en la ciudad. No existían puestos fijos pues las necesidades se cubrían fácilmente. De modo que no existía un diseño en las edificaciones, mas había todo un trabajo arquitectónico sacado de las mentes más brillantes y pulcras de la isla para así lograr construir la mejor ciudad del Mundo. Las lenguas y escrituras de antaño hablan de que la edificación tuvo sus orígenes e influencias en los desiertos remotos del planeta Cero Punto Cero. Sin embargo el templo era una construcción relativamente nueva fabricada por los mismos Gremios. Volviendo a mi misión, la mejor manera de informar a la gente no es a viva voz, si no a través de los susurros y las malas lenguas porque eso es lo que le gusta a la gente, lo tentador y lo prohibido. De manera que luego de correr la voz me encaminé al santuario de Selenio. Se dice que ahí descansan los restos del Dios de la Luna y mi deber es revivirlos. La historia cuenta de que hace años, tras una enorme batalla entre el Sol y la Luna en la cual corrió mucha sangre y mucha savia, Selenio finalmente fue derrotado por El Señor en su día. El cuerpo de Selenio cayó a la tierra y sobre su cadáver se instauró el templo para darle un lugar de descanso. Toda la gente antes de descansar e irse a dormir le reza a Selenio de manera que la noche sea pacífica y los enemigos no ataquen en sueños.
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1 comentario:
Muy bueno, lo unico que a veces se desvia mucho de la idea central, y lefalta un poco mas de monologo al protagonista.
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