“¿Y la tecnología aún existe?”, preguntó Tep apenas vislumbró el pueblo de Wolow donde sus torres de madera y paja emergían en lo alto enseñando sus antenas tratando de presentarse ante el cielo. La multitud de cables interconectados bajo tierra dejando una vista clara de las nubes durante el día y de las estrellas durante la noche. Un montón de luces encendidas de diversos colores demostrando lo inconmensurablemente que son las emociones y la ubicación espacio-temporal de las aves. Rodeando al pueblo se veía una muralla inmensa fabricada de ruedas de madera que giraban al son del interminable viento proveniente del bosque Colibrí para producir energía mientras abrazaba al pueblo que no es ciudad si no por la inocua cantidad de habitantes. Sin duda Wolow era el pueblo con más tecnología en el Mundo de los Sueños por no ser el único en ambos Mundos. Tep, aún anonadado frente a tal primigenio estilo de vida seguía contemplando aquellas casas/nido que reflejaban el atareado estilo de vida característico de las aves que se encontraba sobre nuestra cabezas. De noche era un espectáculo aeronáutico asombroso que nos hizo olvidar de nuestra misión unos segundos, el ver llegar y partir aves que seguían indicaciones de colores y movimientos de luces que pertenecen a su cultura y a su propio lenguaje es algo únicamente dichoso del Mundo de los Sueños, una de las tantas maravillas de soñar.
Nos adentramos en el pueblo donde denoté que el suelo estaba bastante sucio con heces, comida y suciedad dando a conocer que nadie se movilizaba caminando. Íbamos pasando a través de las muchas estructuras que parecían nidos hasta llegar a una que era casualmente similar, pero diferente a la vez. Se notaba que imponía respeto y que era jerarquizada, pues para empezar era más alta que el resto, ocupaba más espacio y además poseía una escalerita de mano. Supusimos que debía ser donde moraba el Búho Mayor. Subimos la escalerilla para alcanzar la puerta que debió estar unos veinte o veinticinco metros sobre el piso, al llegar arriba nos encontramos tres aves, que ante la duda de Tep identifiqué como Cárabos comunes, que nos detuvieron de golpe con su mirada penetrante y fría. Giraban la cabeza de lado a lado como preguntándose qué hacían un par de forasteros terrestres en un lugar como aquel. Luego de un rato emitieron un espeluznante grito o llamado que fue acogido por un búho que apareció caminando a los pocos segundos del llamado. Hice una leve reverencia y Tep me imitó.
-Saludos, Maestro –dije.
-Buenas noches, Maestro –me siguió Tep.
-Bienvenidos, viajeros, es un gusto verlos, los esperaba para la noche siguiente –respondió el búho.
-Necesitamos de su orientación, señor, pues no hay mejores mapas en Acambuyú que los que pertenecen al Búho Mayor.
-Veo que ese viejo mote ha llegado bastante lejos, adelante pasen.
-Muchas gracias, Maestro –agradecimos en conjunto.
Antes de explicar detalladamente todo lo que ocurrió dentro hasta la mañana siguiente en donde, nuestro Maestro se une personalmente a nuestra causa. Paso a relatar cómo un pueblo trata de sobrellevar la partida de su líder.
En los inicios de estos tiempos, cuando el Mundo de los Sueños comenzó a surgir a base de los anhelos de la gente, de a todas sus fantasías de manera que ocurría que constantemente existía un homólogo Mundano y otro Onírico, como se les llamaba a los habitantes de estas tierras. Muchos sueños dieron vida a pueblos, ciudades, habitantes, flora y fauna de este reino. No obstante, sueños rotos junto con las desesperanzas mataban y destruían estas bellas creaciones. Las constantes guerras, injusticias, enfermedades, religiones y creencias dotaron de magia al Mundo de los Sueños. Esta magia convergió de tal manera que su origen se estipula como ya se mencionó en las notas anteriores y fue esta magia la que le dio el equilibrio para que este mundo se reinara autónomamente de manera armoniosa. La ciudad de Acambuyú tiene un origen bastante incierto, algunos dicen que se formó en la zona austral del Mundo otros dicen que se formo en el área oriental, sin embargo, lo curioso es que siempre ha existido en la misma región del Mundo de los Sueños como una increíble fortaleza, en la región Áurea. Cabe destacar que no podemos usar los mismos parámetros que miden y separan el Mundo para ubicarnos en el Mundo de los Sueños, pues este se va transformando constantemente, pero aun así se pueden distinguir regiones con sus límites bastante claros. La región Áurea es delimitada por el súper continente de Kashir que posee los desiertos más inhóspitos, por el Océano Tritoniano que fue bautizado así en honor a la extinta raza de hombres pez llamados tritones y por la cordillera volcánica de hielo Matusaya que dicen que nació por un choque cultural entre sectores extremos del Mundo. Al centro de todo esto está Acambuyú. Esta fortaleza se divide en numerosas partes, en su núcleo reside un pueblo lleno de hadas azules llamado Otortoc y en sus extremos se encuentra repartida todas las tareas administrativas, como en Wolow donde se generan los famosos mapas. Wolow fue creado, según se dice, por una ciudad que veneraba los cielos, un pueblo que anhelaba volar e imaginaban criaturas capaces de surcar los cielos como modo de vida, más tarde descubrieron fósiles de las aves que ahora viven en Wolow y tal como ocurrió en el pueblo, que descubrieron a un búho con las plumas de la cabeza en forma de corona que decidieron llamarlo búho real colocándola al mando del resto por considerarla divina y bastante sabia, ocurrió en Wolow, que se rige por la sabiduría del Maestro, del Búho Mayor, del Búho Real. Y ahora este deja su pueblo con el motivo de guiar a un hombre en su camino, su pueblo que desde sus orígenes lo vio crecer, liderar, equivocarse y perdonar mientras cumplía con su deber como el más anciano de las aves al cartografiar cada rincón de este infinito mundo. Muchas aves volaban en círculos sobre este pequeño búho que caminaba lentamente hacia el par que había llegado con las intenciones de buscar su ayuda. Muchos de sus pobladores emitían graznidos que fácilmente se hubieran confundido con la tristeza, pero pertenecían a la felicidad. Felicidad por saber que aquel que le dio nombre a todo el Mundo de los Sueños por fin visitará en terreno sus dependencias. Pero sobre todo estaban felices porque la dictadura acababa.
3 comentarios:
Me parece interesante la ordenación espacial que se da, muy linda, buen remate y sólida argumentación
Bien!
Huy! con eso último adivina de quién me acordé!
Me gusta mucho tu capacidad de invención de nombres. Tiene un aire de frescura y se lee rápida tu història. Sigue así!
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